miércoles, 29 de febrero de 2012

Motivación

Uno de los mayores regalos en la vida es descubrir la vocación, y encarnarla: vivir y trabajar en aquello que realmente te gusta, lo te completa.

Ando esperando que la vida me haga ese regalo, y mientras tanto, procuro encontrar la felicidad en los pequeños detalles, y en la aceptación de tareas insulsas con una sonrisa.



P.D. He descubierto que, a muchísimos niveles, me cuesta horrores descubrir qué me gusta, qué quiero; tantos años siendo hiper-responsable e hiperexigente conmigo misma me han anulado bastante, parece. Cuando lo principal es lo correcto, las consencuencias pueden ser estas.

6 comentarios:

  1. Descubrir el gran valor de las cositas pequeñas ya es un hallazgo, lo otro, pa premio...

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  2. Creo que en la actualidad es lo que más envidia me provoca, la gente que da rienda suelta a su vocación a través de su trabajo; porque saben cuál es su vocación y porque la pueden desarrollar.

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  3. No creo que haya sido por ser responsable y exigente contigo misma... yo no soy así y también me ha costado siempre saber lo que quiero...

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  4. Pues te agradezco el comentario, porque me resta culpa, lo cual es un alivio. Quizá es que es difícil saber lo que uno quiere y quine lo sabe es un privilegiado. A veces pienso que en un momento de mi vida, allá por los 17, sabía lo que quería, que me gustaba...y poco a poco fui perdiendo pie...

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  5. Brutal la frase. Te la recuerdo: "tantos años siendo hiper-responsable e hiperexigente conmigo misma me han anulado bastante". Pero, ¿sabes qué?, pronunciarla ya es una victoria.

    Tristan Tzara estaría orgulloso de ti.

    Puedes salir de mi horno crematorio y respirar.

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  6. Bienvenida, Larisa.

    Intentaré...a ver si no me cae una granizada encima y ahoga el amago...

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