Me violentan esos momentos incómodos en los que un padre defiende a su hijo en lo indefendible, se siente atacado por tu forma de actuar aunque esa no fuera tu intención.
Me violentan y suelo inhibirme; y claro, esa inhibición después hay quien me la echa en cara.
Pierdo si intervengo, pierdo si no intervengo...y todo ello me violenta.