martes, 19 de junio de 2012

Manual de buen comportamiento sensual

Es paradójico que, teniendo racionalmente claras las cosas en cuanto a sexo, la mente me juegue estas malas pasadas cuando intento tener un encuentro íntimo con alguien a quien amo, haciéndome sentir fuera de lugar, ridícula....

Me hacen sentir ridícula los comentarios supuestamente erotizantes de mi compañero, me hacen sentir ridícula ciertas caricias, me hace sentir fracasada la desconexión que no consigo evitar experimentar. Me hace dudar de mi feminidad. Me juegan una mala pasada mis emociones, y años de pensamiento lógico y racional se desvaneces, porque al final lo que manda es el sentimiento; acomodamos nuestro pensamiento lógico a nuestros sentimientos, acomodamos la verdad a nosotros.

No sé muy bien si es ansiedad por desempeño, porque siento que voy a fallar de nuevo y ya lo estropeo incluso antes de empezar,...lo que tengo claro es que me estoy haciendo sabotaje, constante y contínuamente.

Me cuesta horrores estar ahí en ese momento, tengo miedo de todo: de que me duela, de no sentir nada, de fallar, de que él no se corra,...y cuando experimento un leve destello de lo que debería ser siempre, al alivio y la alegría siempre le sigue la amargura de pensar que tardará en reptirse, el auto-reproche.

Quizá sienta el sexo como un rendición, como una pérdida de libertad, como un dominio que no quiero, como una pédida de control, de papeles....

En estos momentos es cuando me gustaría diseccionarme el cerebro y limpiar la cañería que está ofuscada,...y aplacar el sufirmiento.