lunes, 12 de diciembre de 2011

Paradojas

¿Por qué en las épocas estresantes de mi vida, en las de crisis, en las de cambios, no hablo?, no me comunico, no explico, no me abro ni cuento...¡con lo lorito viudo que puedo ser!.



Pero hay momentos en que se me secan las palabras, y no sé hablar de mi...

Eso sí, después veo cualquier cosilla por la tele y me hecho a llorar...

Si aprendiera a llorar por mí, mejor me iria.

4 comentarios:

  1. todos tenemos momentos en que necesitamos reconcentrarnos; si bastante lio tenemos interiormente que ni nos aclaramos... difícil comentarlo.
    sin embargo también hablar de las incertidumbres puede aclararlas por el mero hecho de tener que verbalizarlas, de responder a preguntas que nos hacen que quizá nosotras evitamos hacernos...

    bueno, leo épocas estresantes, de cambio, de crisis, etc. pero eso no siempre quiere decir algo malo, si no eso: un cambio una evolución. Espero que para bien.

    un abrazo

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  2. No creo que sea malo, Zeltia, sólo laborioso y a veces desagradable, pero no malo. Supongo que es madurar, en toda la extensión de la palabra, y mucho más allá de la edad. Hay ciertos escollos que afloran una y otra vez y que quieren roerme el alma, minar mis ganas de avanzar, de ser más feliz; pero sigue luchando contra ellas, y debo decir que algod e éxito tengo, porque aunque las muy puñeteras vuelven una y otra vez, antes me "noqueaban" un mes y ahora lo hacen dos días. A ver si llega el momento en el que sólo lo hagan por horas.

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  3. Bueno es que seas consciente, primer paso en el psicoanálisis, ahora has de buscar las causas (se nota que leo a Freud?

    Bueno, cada uno digiere a su manera...

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  4. Jajajajajaja.

    ¿Y a todo el mundo le resultara el trago tan indigesto?.

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