Los patrones espaciales de estos sesgos eran distintivos y se repetían en cada individuo.
Independientemente de que esto indique que nuestra vista es deficiente, y que para eso tenemos visión bofocal, para que el conjunto sea una visión mejor que la suma de las partes, este señor acaba de demostrar de forma práctica algo que yo ya sospechaba: ni de lejos vemos todos lo mismo, cuando vemos lo mismo.
pues no me cabe duda de que no todos vemos lo mismo.
ResponderEliminarpero he vuelto a leer todo y... creo que no lo entiendo muy bien.
¿una ampliación? :)
Uff, he visto una errata, tengo que corregirla. Ando en la luna, por eso dejo que me pongan flequillo cuando no me gusta...
ResponderEliminarPues el investigador sometió a50 personas a un experimento que consisitía en mostrarles imágenes de ordenador de un rostro sin pelo ni adornos, como habrás observado. Cada persona tenía su propio criterio sobre el sexo del poseedor de la cara que veía, dependiendo de dónde le colocaran la imágen (a la derecha, a la izquierda, en el centro,...); el punto es que las imágenes eran del tamaño de un sello de correos y las pasaban cada 50 segundos.
Normalmente, estos sesgos de género permanecen ocultos, ya que las personas no solemos mirar rostros diminutos desde lejos. Lo habitual es que intervengan simultáneamente muchos grupos de células cerebrales cuando se observan rostros a tamaños más grandes, por los que el sesgo de unos y otros grupos terminan por igualarse y la respuesta visual "global" no los muestra.
Pasa lo mismo a la hora de determinar la edad, experimento con las imágenes bajo las flechas.
La hipótesis es que se debe a pequeñas diferencias e imperfecciones biológicas.
Espero que te haya quedado más claro.
Bicos.
Sí, somos subjetivos, gracias a dios, que posiblemente sea el más subjetivo de todos.
ResponderEliminarTremendamente subjetivos, una de las razones por las que el lenguaje es un instrumento de comunicación imperfecto a que cada quien dota de un significado y unos matices distintos.
ResponderEliminarmuchas gracias por la aclaración, wendy.
ResponderEliminarsomos sensibles a estímulos subconscientes.
estamos tan en las manos de nuestro yo desconocido...
y estoy muy de acuerdo con lo que dices del lenguaje:
entre que no somos capaces de transmitir exactamente lo que queremos
y que el que escucha hace su particular interpretación...
aun queriendo entenderse, es tremendamente dificil.
Todo ese lenguaje romántico de las miradas y los gestos, de los abrazos y la piel,
en realidad son nuestra propia interpretación del gesto del otro.
Me ha quedado un poco triste eso que dije,
pero creo que es la realidad.
somos personas burbujas aisladas dentro de nosotros mismos.
De nada, Zeltia. A mandar.
ResponderEliminarPero no creo que seamos burbujas aislada, sino que nos sentimos así a veces por mor de estas imperfecciones de los instrumentos de comunicación. Los gestos y miradas, las facciones, contribuyen a reforzar el mensaje, pero también pueden malinterpretarse.
La comunicación es imperfecta, pero existe; conviene ser conscientes de ello para no ser demasiado taxativos e intrasigentes con nuestros errores de interpretación, ni con los de los demás.
Creo que lo llaman asertividad, que viene a ser no comerse el coco con lo que tú deduces de las actitudes ajenas, hasta que se te confirme de alguna manera. Difícil pero útil. En mi caso, depende mucho de mi estado de ánimo, y tiendo a pensar si he hecho algo para provocar las supuestas reacciones que interpreto. ¿Y sabes?, me encuentro muchas veces con que mi interpretación es incorrecta porque la persona estaba molesta por otras cosas, o que sí que lo detectado es real pero las causas irracionales, así que no tengo la culpa. Sólo en unas cuantas oasiones lo interpretado coincide con lo transmitido por el otro y obedece a un comportamiento mio.
Conclusión: sufrimos muchas más veces de las que nos toca.
Biquiños.