Dicen que crisis es cambio, ¡vaya que si lo es!. En el transcurso de la semana me he tenido que enfrentar al descabezamiento de mi empresa, por causas políticas que me inquietan, y al cambio de trabajo de mi costilla.
¿Cómo ha respondido mi cuerpo?, mal. Dolor de cabeza constante y contínuo, dolor de espalda, dolor de dientes, y ahora una especie de trancazo, entre la alergia, el resfriado y la sinusitis.
Serán oportunidades, no digo que no, pero mi cuerpo las rechaza con insistencia.