Inmersa en un estupendo curso que, por lo visto, nos va a enseñar a tener discusiones constructivas y respetuosas, en pro de las ideas de grupo y no de las ideas "geniales" (nótense las comillas, very important cosa), me he dado cuenta de algunas cosillas:
- hablar en público y mostrar mi opinión no me supone ningún problema (ya lo sabía),
- no pienso exactamente igual que mis compañeros (también lo sabía, y el tipo de trabajo que desarrollo tiene algo que ver; ya se sabe que la tipa que va por ahí aireando lo que se hace mal no suele ser muy popular...en mi defensa diré que también aireo lo que se hace bien).
- soy una dulce e inocente entusiasta...o eso, o pienso que, ya que voy a "palmar" cuatro horas de mi tiempo, a ver si sacamos algo en limpio, h%$@.
- a menudo, si la cosa no tiene que ver directamente conmigo, adopto el papel de conciliadora, mediadora...
- ¿qué hacer cuando dos personas discuten acaloradamente sobre algo que hacía cinco minutos parecía resuelto?; tras intentarlo un par de veces, descubrí que es mejor dejar que los enamorados tengan sus peleas solos: tres son multitud. ¡¡¡¡¡Y esto es nuevo!!!!, hay gente que discute porque le va la marcha, para tener la razón, sin el más mínimo aprecio, cariño o afán por la verdad...