Me violentan esos momentos incómodos en los que un padre defiende a su hijo en lo indefendible, se siente atacado por tu forma de actuar aunque esa no fuera tu intención.
Me violentan y suelo inhibirme; y claro, esa inhibición después hay quien me la echa en cara.
Pierdo si intervengo, pierdo si no intervengo...y todo ello me violenta.
hay personas, sean padres o no, que son incapaces de la más mínima autocrítica y, mucho menos, capaces de escuchar una ajena.
ResponderEliminarthat's all.
Más allá de su incapacidad de asumir las críticas, está mi incapacidad de sentirme quién para criticar, ¿seré yo quién para juzgar?...
Eliminarvaya, justamente estoy dándole vueltas a esa incapacidad que tenemos algunas mujeres -supongo que algunos hombres también- de decir lo que pensamos y decirlo en el momento adecuado y bien dicho.
ResponderEliminarMe viene a huevo tu reflexión.
Lo único que me desinhibe al respecto es la sensación de injusticia, con el subsiguiente cabreo. Por si te sirve...
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