Sé que resultará increible, pero masturbarse puede resultar, además de excitante, en cierto modo urgente, y también placentero, francamente útil.
Ayer lo comprobé.
Cedí al impulso y me volví a masturbar en el baño de la oficina. Aunque no estaba muy lubricada, si debía estra excitada, porque el orgasmo fue francamente agradable, más profundo que otras veces. Y la relajación posterior, cuando ya los labios vaginales se han deshinchado volviendo a su ser, no tiene precio.
Por eso la bronca que tuve dos horas más tarde con otro compañero de trabajo, aunque me afectó y todavía me afecta, resultó mucho más llevadero. Tenía mucha menos tensión acumulada, mucha menos rabia,..
Quizá debiera patentarse la técnica masturbatoria pre-reunión de trabajo, o negociación de convenio, puedier ser algo útil.
Eso si, en esos casos, conviene la presencia de una tercera parte que certifique que ambos contendientes, o ambas partes, se han desahogado convenientemente.
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